Las construcciones bioclimáticas son aquellas que están diseñadas para aprovechar los recursos presentes en su entorno natural para generar las condiciones de temperatura y humedad que permitan un adecuado confort interior. Además de una interacción sana con el medio, los sistemas constructivos empleados deberán ser renovables, sostenibles y libres de tóxicos. Los puntos clave a tener en cuenta para este tipo de construcción son la eficiencia energética, el confort y la reducción del impacto medioambiental.
En paralelo al diseño de la arquitectura, es muy interesante incorporar a los proyectos sistemas tales como la placas fotovoltaicas para obtener agua caliente, calefacción e incluso electricidad, la energía geotérmica o aerotérmica, así como sistemas de reducción de consumo de agua mediante mecanismos de recolección y filtrado.
Para el desarrollo de un proyecto de arquitectura bioclimática se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
– Analizar y diagnosticar los factores climáticos del lugar, como la temperatura, la humedad y el asoleo a lo largo del año.
– Seleccionar el lugar más adecuado para la ubicación de la construcción.
– Establecer la forma de la arquitectura y la orientación en función de las diferentes estancias. La orientación Sur, con sus variantes SE y SO es la que permite la mayor captación solar a lo largo del año.
– Idear soluciones arquitectónicas que permitan aprovechar al máximo los recursos naturales presentes en el lugar, mediante estrategias como la ventilación natural y la generación de intercambios térmicos.
– Aplicar soluciones constructivas sostenibles que permitan un adecuado aislamiento y estanqueidad que además favorezcan los intercambios térmicos.