Las casas pasivas
Las casas pasivas son aquellas en las que la mediante una serie de estrategias bioclimáticas como la captación solar en invierno o la protección en verano, la ventilación natural, el aislamiento y la ausencia de puentes térmicos, la propia arquitectura consigue mantener una temperatura y humedad adecuadas, sin la necesidad activar sistemas artificiales o activos como la ventilación mecánica, la refrigeración o la calefacción.
Estas casas, también llamadas de consumo casi nulo se sirven de estrategias pasivas para generar entre el 80% y el 90% de la energía necesaria para unas adecuadas condiciones de habitabilidad. Solo el 10% restante corresponde al aporte de calefacción necesario en los días de frío intenso y baja radiación solar del solsticio de invierno.
Las casas Passivhaus
Passivhaus es una certificación alemana creada en el año 1988 que analiza si una construcción cumple los niveles técnicos para ser considerada pasiva, a través de diferentes tests y mediciones durante el proceso de construcción y al final de la misma.
Si bien una casa certificada con este sello siempre entrará dentro de la categoría de casa pasiva, puesto que el certificado sirve para cuantificar la aplicación de los conceptos del diseño bioclimático, una casa puede funcionar de forma pasiva sin estar certificada, y utilizar gran parte de las estrategias pasivas, sin alcanzar las condiciones establecidas por el sello Passivhaus.
En la práctica, existen diferentes niveles de casa pasiva, o de bajo consumo energético, ya que la eficiencia dependerá del tipo de tecnología empleada para su construcción, el presupuesto del cliente, el clima del lugar y las características del terreno.
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